El Insomnio y sus efectos en la salud

Abordar el tema del sueño es una necesidad latente en la actualidad, la carga de labores diaria, las luces de los ordenadores y focos de luz día, las redes sociales ,las plataformas de streaming entre otros han deteriorado significativamente la duración, calidad y profundidad del sueño generando un grave deterioro en la salud que cuando se perciben ya han generado daños y complicaciones importantes.
Existen varios tipos de sueño, cada uno con características diferentes:
- Sueño REM (Rapid Eye Movement): Este es el tipo de sueño más conocido por sus asociaciones con los sueños vívidos. Durante el sueño REM, los ojos se mueven rápidamente de un lado a otro debajo de los párpados cerrados. El sueño REM es importante para el procesamiento cognitivo y emocional, la consolidación de la memoria y la regulación de los estados anímicos. Es durante el sueño REM cuando ocurren la mayoría de los sueños.
- Sueño No REM (No Rapid Eye Movement): Este tipo de sueño se divide en tres etapas:
- Etapa N1: Esta es la etapa de transición entre la vigilia y el sueño. Es un período ligero de sueño en el que es fácil despertarse. Las ondas cerebrales comienzan a desacelerarse.
- Etapa N2: Durante esta etapa, el sueño se vuelve más profundo y es más difícil de despertar. Las ondas cerebrales muestran un patrón característico
- Etapa N3: También conocida como sueño de ondas lentas o sueño delta, esta etapa es la más profunda y reparadora del sueño. Las ondas cerebrales muestran un patrón lento y de gran amplitud. Durante esta etapa, el cuerpo se repara, se regenera, y se lleva a cabo la consolidación de la memoria.
Estas etapas de sueño se repiten en ciclos a lo largo de la noche, con el sueño REM aumentando en duración a medida que avanza la noche.
Un ciclo completo de sueño típico dura alrededor de 90 a 120 minutos


Es muy importante obtener diariamente suficiente cantidad de cada tipo de sueño para mantener una salud óptima. La interrupción de cualquiera de estas etapas puede tener efectos negativos en la calidad del sueño y en el bienestar general.
El insomnio es un trastorno del sueño común que afecta a millones de personas en todo el mundo no solo se trata de permanecer despierto sin poder dormir, el sueño ligero afecta también muchas funciones del organismo siendo una de las más notables la falta de capacidad de reacción que produce diariamente accidentes automovilísticos, laborales, caídas, fatiga crónica y graves errores en el desempeño laboral. Estos problemas pueden traer otra serie de efectos negativos en la salud física y mental de una persona si no se abordan adecuadamente.
En términos de salud física, el insomnio crónico puede aumentar el riesgo de desarrollar una serie de condiciones médicas, incluyendo:
- Problemas cardiovasculares: Se ha demostrado que el insomnio está asociado con un mayor riesgo de hipertensión, enfermedad coronaria e incluso accidentes cerebro-vasculares.
- Problemas metabólicos: El sueño deficiente, puede afectar negativamente al metabolismo, lo que puede aumentar el riesgo de obesidad, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Sistema inmunológico debilitado: El sueño juega un papel crucial en el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable. La falta de sueño puede debilitar las defensas del cuerpo, lo que aumenta la susceptibilidad a enfermedades infecciosas.
- Dolor crónico: El insomnio puede exacerbar el dolor crónico y hacer que sea más difícil de manejar.
En cuanto a la salud mental, la mala calidad del sueño también puede tener consecuencias significativas, como:
- Aumento del riesgo de trastornos del estado de ánimo: Las personas con insomnio tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión y ansiedad.
- Problemas cognitivos: La falta de sueño puede afectar la función cognitiva, incluida la concentración, la toma de decisiones, disminución en capacidad de reacción y la memoria.
Me detendré un poco en este tema porque bien vale la pena conocerlo bien.
Hay evidencia creciente que sugiere una asociación entre el sueño deficiente y un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Se han identificado varios posibles mecanismos que podrían explicar esta conexión:
- Acumulación de placas amiloides: Se ha demostrado que el sueño juega un papel importante en la eliminación de las placas amiloides, proteínas que se acumulan en el cerebro y se consideran un factor clave en el desarrollo del Alzheimer. “El sistema glinfático elimina los desechos metabólicos y proteínas tóxicas del cerebro (placas amiloides), si este sistema no funciona de manera correcta hay neuro inflamación por acumulación de toxinas. Estudios demuestran que durmiendo de lado el sistema funciona correctamente”. (Nazareth Castellanos _ Neurocientifica)
- Inflamación y estrés oxidativo: El sueño deficiente puede provocar un aumento en la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro, procesos que se han asociado con el desarrollo y la progresión del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
- Alteraciones en la función cognitiva: El sueño desempeña un papel importante en la consolidación de la memoria y el procesamiento cognitivo. El sueño deficiente puede afectar negativamente estos procesos, lo que potencialmente contribuye al deterioro cognitivo y al desarrollo de demencia.
- Irritabilidad y problemas de comportamiento: La falta de sueño puede provocar cambios de humor, irritabilidad y dificultad para controlar las emociones.
- Reducción de la calidad de vida: El insomnio puede afectar negativamente a la calidad de vida en general, acelera los procesos de envejecimiento, el rendimiento laboral y la participación en actividades cotidianas.
Pastillas para Dormir?
Es importante abordar el sueño deficiente de manera efectiva, los medicamentos para dormir, también conocidos como hipnóticos o inductores del sueño, pueden ser útiles para tratar el insomnio a corto plazo pero la dependencia que generan y los efectos secundarios hacen que desde la Neurociencia se recomiende agotar otros recursos antes de consumirlas.
Algunos de los efectos secundarios comunes de los medicamentos para dormir incluyen:

Uno de los efectos secundarios más comunes de los medicamentos para dormir es la somnolencia excesiva durante el día. Esto puede afectar la capacidad de concentración, la coordinación motora y la capacidad para realizar tareas diarias, algunas personas pueden experimentar fatiga o sensación de letargo, pueden presentarse mareos, desequilibrio lo que aumenta el riesgo de caídas y lesiones, algunos causan malestar estomacal, vómitos o estreñimiento, resequedad en las mucosas, boca seca, dificultades cognitivas, problemas de memoria, desorientación en especial en la noche, el uso prolongado conlleva a la tolerancia lo que significa que se necesita una dosis más alta para lograr el mismo efecto. También existe el riesgo de desarrollar dependencia física y psicológica a estos medicamentos, lo que puede hacer que sea difícil dejar de tomarlos aumentando asi diariamente los efectos secundarios.
Terapias no Farmacológicas
Existen varias terapias no farmacológicas que pueden ser efectivas para tratar el insomnio. Estas terapias se centran en mejorar los hábitos de sueño y promover un entorno propicio para dormir. Algunas de las terapias no farmacológicas más comunes para el insomnio incluyen:
- Terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I): La TCC-I es una terapia neuro/psicológica estructurada que se considera la intervención de primera línea para el insomnio. Esta terapia implica identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen al insomnio. Los componentes de la TCC-I pueden incluir educación sobre el sueño, técnicas de relajación, manejo del estrés y control de estímulos, según indicación frecuentemente pueden ser de gran ayuda los equipos de neuro feedback en esta etapa.
- Hábitos del sueño: Implican adoptar una serie de prácticas y comportamientos que promueven un sueño saludable. Esto puede incluir mantener un horario de sueño regular, crear un ambiente de sueño cómodo y propicio (como mantener la habitación oscura, fresca y tranquila), evitar la cafeína y la actividad física intensa antes de acostarse, y limitar el tiempo dedicado a actividades estimulantes en la cama, como mirar televisión o usar dispositivos electrónicos.
- Relajación muscular progresiva: Esta técnica implica tensar y relajar sistemáticamente los grupos musculares del cuerpo para reducir la tensión y promover la relajación. La relajación muscular progresiva puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad que pueden interferir con el sueño.
- Terapia de luz: La exposición a la luz natural durante el día y la limitación de la exposición a la luz artificial por la noche pueden ayudar a regular el ritmo circadiano y mejorar la calidad del sueño. En algunos casos, la terapia de luz artificial, como la terapia de luz brillante o la terapia de luz de ondas azules, puede ser beneficiosa para personas con trastornos del sueño como el insomnio.
- Ejercicio regular: El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la calidad del sueño al promover la relajación, reducir el estrés y regular los ritmos circadianos. Sin embargo, es importante evitar el ejercicio intenso justo antes de acostarse, ya que puede tener un efecto estimulante en el cuerpo.
- Meditación y Mindfulness: Prácticas como la meditación y el mindfulness pueden ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad, lo que puede facilitar conciliar el sueño y mejorar la calidad del mismo.