Leche & Piel

Un Matrimonio Perfecto

Muchos son los mitos y realidades sobre los productos naturales. La leche es un alimento subvalorado como tratamiento cosmético natural que inspira habitualmente la composición de productos que adquirimos con el fin de lograr ciertos efectos en la piel.

¿Para qué sirve la leche?

La leche, contiene proteínas, minerales y nutrientes que hacen importantes aportes a nuestra piel.

El colágeno, las vitaminas A, B, D y E, la lactosa o el alto contenido en calcio de la leche contribuyen a que nuestra piel luzca más joven, luminosa y tersa.

Hidratación

La vitamina A y el Calcio hacen de la leche un producto altamente humectante, la piel está deshidratada cuando se siente rugosa y tirante, intenta pasar un algodón con leche y notarás la diferencia.

Producción de colágeno.

Dile adiós a las arrugas y líneas de expresión. Las proteínas de la leche favorecen la generación de colágeno, fundamental para disminuir los efectos del ambiente en la piel, las producidas por gestos y expresiones se atenuarán pero debes valorar que son las que cuentan tu historia, emociones y vivencias y además informan a tu cerebro de tu condición integral.

Brillo y Suavidad

El ácido fólico hace que nuestra piel esté mucho más radiante y tersa, la sensación al tacto con el uso habitual será de piel de durazno.

Exfoliante no agresivo

Sus altos niveles en ácido láctico, una sustancia que tiene un efecto reparador y revitalizador exfolian la piel sin hacer daños profundos o aumentar la sensibilidad al sol.

Elasticidad

El Calcio mejora la elasticidad, una mascarilla de yogurt natural o griego y pepino una vez por semana complementan perfectamente la rutina diaria aportando a la piel elasticidad y suavidad.

Prevención

Las vitaminas A y B que contiene la leche, ayudan a ralentizar el proceso de envejecimiento, por eso es común encontrarla habitualmente en numerosos productos comerciales como cremas, jabones, mascarillas, geles, etc.

Como incluir la leche en tu rutina de belleza

Directamente desde tu nevera, sin necesidad de comprar nuevos productos, importante que sea entera no descremada ni deslactosada:

  • Como hidratante:  Un poco de leche en un algodón y humedece tu rostro con él para reducir la sequedad al instante
  • Como desmaquillante. Moja una toallita o un algodón en un poco de leche y pásala por las zonas maquilladas de la cara. Para eliminar cualquier resto de maquillaje.
  • Para todo el cuerpo: Llena la bañera con agua y añádele alguna taza de leche. De esta forma, la piel de tu cuerpo también podrá beneficiarse de este cosmético natural.
  • Creando mascarillas caseras, combinándola con otros ingredientes naturales como la miel, el pepino, el arroz conseguirás otros efectos, también en forma de yogurt natural o griego. Explora combinaciones caseras sin mezclar con ácidos y descubre cuales le van mejor a tu piel.

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